En el corazón de la estrella nació un átomo de azufre. A millones de grados, ocho núcleos de helio se fusionaron para formarlo. Mucho más tarde, esa estrella se hinchó, se convirtió en un gigantesco sol rojo agonizante. Tras sus últimos estertores, la estrella gigante roja estalló en una colosal explosión. El estallido esparció porSigue leyendo «Una laguna salada»
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El bosque viejo
Con las primeras luces del verano, el río se despierta tras pasar la madrugada en un sueño de nutrias bajo las estrellas, de ginetas trepando a la luz de la luna, de corzos que siguen a su madre por las sendas de la espesura y de jabalíes que cruzan el agua como una sombra enSigue leyendo «El bosque viejo»
El hipocístide
Lo vi por primera vez en un jaral de la Sierra del Relumbrar, en los confines orientales de Sierra Morena. Corría el mes de junio y la alta primavera terminaba; en la dehesa vecina el pasto empezaba a dorarse, presagio de la cercanía del verano al igual que los florones marchitos de las jaras. EranSigue leyendo «El hipocístide»
El puente de los martines
Basta con llegar allí al amanecer, sentarse en silencio al lado de uno de sus ojos enmarcados en piedra, y esperar. Pronto vendrá el martín pescador a posarse en una espadaña, o entre las flores rosas de una salicaria. El silbido con que siempre se anuncia en vuelo nos alerta para ir levantando muy despacioSigue leyendo «El puente de los martines»
El Nilo de Alarcos
¿Dónde encontraríamos una esfinge, ruinas milenarias, ibis sagrados y un río dador de vida? En el cerro de Alarcos, claro está, en pleno Campo de Calatrava y a pocos kilómetros del Pozo Seco de Don Gil, la aldea que se transformó en Ciudad Real. La esfinge es una estatua ibérica hallada en un campo cercanoSigue leyendo «El Nilo de Alarcos»
Una cascada
El sendero hacia el salto de agua estaba borroso y bastante confuso. Además nadie podía orientarme, porque la llovizna de esa mañana nublada de mayo había desanimado a los senderistas. Seguramente yo fuese la única persona de aquella sierra en kilómetros a la redonda. Me encontraba solo bajo la lluvia en lo más recóndito deSigue leyendo «Una cascada»
Desde un risco
Todavía era de noche cuando llegué a la orilla, y la luna llena casi tocaba el horizonte. Por el sendero de camino al risco, vi sobrevolar aquellos cerros pelados a los murciélagos, como mosquitos contrastando con el color rosa del cielo por el este. Regresaban de su jornada nocturna los martinetes, esas garzas de laSigue leyendo «Desde un risco»