Desayuno con crustáceos

Ese verano hacía tanto calor que a mediodía, según decía un exagerado, «se caían las chicharras de los árboles». Pero junto al río, bajo las pérgolas naturales de los olmos y los chopos, la atmósfera se refrescaba. Las nutrias habían elegido sabiamente dónde instalarse. No supe que vivían por allí hasta que una mañana, desdeSigue leyendo «Desayuno con crustáceos»

El vado

El sol acababa de levantarse y todavía perduraba el frescor del amanecer en la alameda, en el espeso caos de troncos, ramas caídas, zarzas y hojarasca crujiente, el viejo bosque de ribera que la familia de ginetas tenía por hogar. Adentrándome sigiloso en aquel mundo de sombras, recogí rápidamente el equipo fotográfico que la tardeSigue leyendo «El vado»

El bosque viejo

Con las primeras luces del verano, el río se despierta tras pasar la madrugada en un sueño de nutrias bajo las estrellas, de ginetas trepando a la luz de la luna, de corzos que siguen a su madre por las sendas de la espesura y de jabalíes que cruzan el agua como una sombra enSigue leyendo «El bosque viejo»

El puente de los martines

Basta con llegar allí al amanecer, sentarse en silencio al lado de uno de sus ojos enmarcados en piedra, y esperar. Pronto vendrá el martín pescador a posarse en una espadaña, o entre las flores rosas de una salicaria. El silbido con que siempre se anuncia en vuelo nos alerta para ir levantando muy despacioSigue leyendo «El puente de los martines»

El Nilo de Alarcos

¿Dónde encontraríamos una esfinge, ruinas milenarias, ibis sagrados y un río dador de vida? En el cerro de Alarcos, claro está, en pleno Campo de Calatrava y a pocos kilómetros del Pozo Seco de Don Gil, la aldea que se transformó en Ciudad Real. La esfinge es una estatua ibérica hallada en un campo cercanoSigue leyendo «El Nilo de Alarcos»