Las flores vampiro

Aquella primavera había en el pasto del monte muchas hierbas de un tipo muy especial, menudas, moteadas por arriba de flores púrpuras, y pegajosas, tanto que a veces se les veían diminutos insectos exhaustos adheridos al tallo o a las hojas. Una tarde, con la lupa de diez aumentos y las claves de flora, averigüéSigue leyendo «Las flores vampiro»

El hipocístide

Lo vi por primera vez en un jaral de la Sierra del Relumbrar, en los confines orientales de Sierra Morena. Corría el mes de junio y la alta primavera terminaba; en la dehesa vecina el pasto empezaba a dorarse, presagio de la cercanía del verano al igual que los florones marchitos de las jaras. EranSigue leyendo «El hipocístide»