La ciudad de las nutrias

En lo más escondido del río, bajo la copa de un gigantesco membrillero, se abrían los túneles de las nutrias. Ellas los habían excavado entre las raíces del árbol, en un terraplén arcilloso de la orilla que les servía de tobogán para deslizarse hasta el agua. A ese recodo solo se podía acceder vadeando, conSigue leyendo «La ciudad de las nutrias»

La Grajera

Desde lo más alto de un risco, un pájaro recorta su silueta contra el azul. Su plumaje es mucho más azul que el cielo, pero oscuro, de un añil que con la distancia parece casi negro. En español lo llaman »roquero solitario», por su afición a las risqueras y a mostrarse en soledad. Desde suSigue leyendo «La Grajera»

La biblioteca

Es una mañana de finales de mayo tan espléndida como la vida en este monte, donde ahora parece que cada ser tuviera prisa por vivir. Durante un cuarto de siglo, cientos de veces he recorrido estos pastos ralos, sus pedregales calizos, los claros entre las encinas, y nunca deja de sorprenderme este retazo de naturaleza.Sigue leyendo «La biblioteca»

Las raptoras

En ese monte normal y corriente del Campo de Montiel, ¿qué interés podían tener los insectos? Tardé años en averiguar que… mucho. Uno nunca se fija en aquello que no espera encontrar. Cuando se despertó mi deseo de conocer mejor a nuestra fauna más pequeña, empecé a darme cuenta de que su inesperada variedad ySigue leyendo «Las raptoras»

El eterno retorno

Crece arropada por un manto hecho de sus propias hojas muertas. Bajo la encina, la hojarasca se descompone lentamente, liberando a la tierra unas sales minerales que nutren al árbol. Así la encina se recicla a sí misma. Los seres encargados de descomponer sus hojas forman uno de los mundos más asombrosos de cuantos escondeSigue leyendo «El eterno retorno»

Bajo tierra

El mundo subterráneo se mostraba un poco al exterior después de llover. Sobre todo surgía en la boca de la sima, un agujero entre la caliza del monte. A su entrada, la humedad de las tormentas veraniegas hacía subir algunas criaturas que moraban en sus profundidades. De ellas las más frecuentes eran los Blaps, escarabajosSigue leyendo «Bajo tierra»

La ciudad de las abejas

Cuando el sol asciende hacia el sur, empiezan los zumbidos. El camino donde se oyen conduce a un vado del río Jabalón donde beben agua las gangas y diversos pájaros; hay por allí también un talud terroso donde los abejarucos excavan sus nidos. Pero en esta historia prestaremos atención a un mundo mucho más pequeñoSigue leyendo «La ciudad de las abejas»

El carnaval del romero

Va quedándose atrás el verdadero invierno. Aunque el calendario muestre que aún continúa esa estación, la naturaleza enseña por doquier las señales de que algo ha cambiado. Si el carnaval cae tarde, en las mesetas ibéricas esos signos pueden ser ya un arranque de primavera en toda regla. En el monte de Moraleja, hacia elSigue leyendo «El carnaval del romero»

El bosque viejo

Con las primeras luces del verano, el río se despierta tras pasar la madrugada en un sueño de nutrias bajo las estrellas, de ginetas trepando a la luz de la luna, de corzos que siguen a su madre por las sendas de la espesura y de jabalíes que cruzan el agua como una sombra enSigue leyendo «El bosque viejo»