Los saltamontes

La primavera mediterránea es para los saltamontes verdes, que brincan por la hierba donde su color los camufla pese a los frecuentes ribetes encarnados con que nos sorprenden al verlos de cerca. El verano pertenece a los de tintes ocres, pajizos o abigarrados de pardo terroso, algunos con alas coloreadas, como las langostas italianas conSigue leyendo «Los saltamontes»

La biblioteca

Es una mañana de finales de mayo tan espléndida como la vida en este monte, donde ahora parece que cada ser tuviera prisa por vivir. Durante un cuarto de siglo, cientos de veces he recorrido estos pastos ralos, sus pedregales calizos, los claros entre las encinas, y nunca deja de sorprenderme este retazo de naturaleza.Sigue leyendo «La biblioteca»

El eterno retorno

Crece arropada por un manto hecho de sus propias hojas muertas. Bajo la encina, la hojarasca se descompone lentamente, liberando a la tierra unas sales minerales que nutren al árbol. Así la encina se recicla a sí misma. Los seres encargados de descomponer sus hojas forman uno de los mundos más asombrosos de cuantos escondeSigue leyendo «El eterno retorno»