
alba). Foto de Amada44.
En 1822, una cigüeña con una lanza atravesándole el cuello fue vista cerca de la aldea alemana de Klütz. El arma medía casi ochenta centímetros de longitud, pero el animal parecía milagrosamente sano. La lanza resultó estar hecha de madera tropical, del África central, y eso dio una pista de dónde había pasado el invierno esa cigüeña. Ese ejemplar extraordinario permanece hoy expuesto en el museo de la universidad de Rostock, disecado, y fue la primera de unas veinticinco cigüeñas con lanza (Pfeilstorch) halladas hasta hoy. La Pfeilstorch de Rostock fue clave para entender la migración de las aves en general, pues demostró que pueden viajar largas distancias y acabó con varias ideas pintorescas que todavía entonces existían. En aquellos años algunos ingleses aún se planteaban si las golondrinas hibernaban bajo tierra… Mucho antes, el mismísimo Aristóteles escribió que la golondrina probablemente hiberna en los huecos de los árboles, aunque algunas puedan migrar.
Ciertas aves vuelan tales distancias que el planeta se les queda pequeño. Así, el charrán ártico pesca en las aguas cercanas al polo norte y unos meses después lo hace en las costas de la Antártida. Para el charrán, este viaje supone con frecuencia más kilómetros al año que una vuelta al mundo (algunos llegan a volar más de 70.000 km anuales). Podemos atisbar a este trotamundos del aire cruzando de paso por nuestras costas atlánticas, si tenemos bastante suerte. En realidad no hace falta ir lejos para avistar a los grandes migradores. Junto a mi casa está la laguna salada de Pozuelo de Calatrava y allí podemos encontrarnos con alguna de esas aves que hacen de enlace alado entre los hemisferios terrestres. Una tarde de abril observé a varias de ellas, tan discretas como son las cosas que no impactan a la vista sino al pensamiento. La primera especie que vi era rojiza y menuda, solo destacaba por su largo pico curvado. Era el correlimos zarapitín, así llamado por su semejanza a un ave llamada zarapito. Los dos correlimos zarapitines que hallé viajaban probablemente desde el África tropical hacia las latitudes polares donde se reproducen, allá en la tundra siberiana. Los acompañaba el segundo gran viajero de la tarde: el correlimos tridáctilo. Estos correlimos formaban una pandilla de aves pequeñas, pálidas, de colores sobrios y elegantes. La especie, típica de las playas, había parado en la laguna de Pozuelo para lo mismo que el otro correlimos, es decir, para comer algunos animalillos picoteando por el barro. Más o menos como quien para en una estación de servicio a mitad de un viaje.
Para estas aves y muchas otras más, las lagunas son importantes porque en ellas descansan y se nutren durante su migración. Y el correlimos tridáctilo bien que necesita estas estaciones de servicio, porque su periplo lo conduce hasta el ártico no solo desde el sur de Europa sino también desde Sudamérica, África tropical e incluso Australia y Nueva Zelanda. Se trata de una de las migraciones más largas de entre todas las aves. Y así, los correlimos tridáctilos y zarapitines, las golondrinas o las cigüeñas ven más mundo en unos meses que la mayoría de las personas en toda su vida. Tal vez esta estrechez de horizontes de muchos humanos tenga algo que ver con que persigan a las aves migradoras, cazando sin control tórtolas, codornices, zorzales, petirrojos y multitud de pajarillos, con la misma ignorancia de aquellos infelices que clavaban su lanza en las cigüeñas. Se estima que cada año millones de aves son disparadas por simple diversión mientras cruzan la cuenca mediterránea, sobre todo en el suroeste de Europa. Países como España no se preocupan de evaluar cuál es el alcance y el impacto ambiental de semejante masacre. Cazar aves migratorias supone eliminar animales de otros países, minar poco a poco un patrimonio natural que no sabe de límites nacionales. Ningún ser vivo demuestra como las aves migratorias que La Tierra en realidad no tiene fronteras.
Referencias:
– La cigüeña alanceada de Rostok: Richter, S. y Bick, A. 2018. ROSTOCK: The Zoological Collection of the University of Rostock. En: Zoological Collections of Germany, págs. 583-589. Springer, Cham.
– Información divulgativa de la Sociedad Española de Ornitología (SEO-BirdLife) acerca de las aves migratorias de largas distancias citadas en el texto: https://seo.org/listado-aves-2/.
– Las matanzas de aves migradoras en Europa: McCulloch, M.N., Tucker, G.M. y Baillie, S.R. 1992. The hunting of migratory birds in Europe: a ringing recovery analysis. Ibis, 134, 55-65. / Hirschfeld, A. y Heyd, A. 2005. Mortality of migratory birds caused by hunting in Europe: bag statistics and proposals for the conservation of birds and animal welfare. Berichte zum Vogelschutz, 42, 47-74.
– La imagen del correlimos tridáctilo es »Sanderling Calidris alba on Fuerteventura, Canary Islands» de Amada44, sujeta a licencia CC BY-SA 3.0.