El gran capricornio

Solo quedaba un rato de sol antes de que el ocaso pusiera fin a otro día de verano en la ladera de maquis. No habían sido especialmente interesantes mis vagabundeos de esa tarde por aquella vegetación tupida de encinas, coscojas, lentiscos y otros matorrales. Oscurecía ya cuando cruzó delante de mí un escarabajo muy grande,Sigue leyendo «El gran capricornio»